Como adicta a Lush se me acumulan sus envases reciclables así que, de vez en cuando, toca disfrutar de una de sus mascarillas frescas a cambio de 5 de sus envases negros (o los de gelatinas) limpios. Normalmente opto por Cupcake (el olor a chocolate me puede, lo admito), pero esta vez mi piel necesitaba un cambio.
Fue después de todo el estrés de carga de trabajos del máster, a la semana de haber terminado entregas y exámenes mi piel explotó.
Todo fueron bultos subcutáneos, puntos negros y algún que otro granito, así que me dejé aconsejar en Lush buscando una mascarilla que más bien me calmara la piel. La que me dijeron que me iba a ir bien es la BB Seaweed, veámosla con un poco más de profundidad: