Guía para usar champú sin sulfatos

martes, 5 de marzo de 2019

Si quieres pasarte a los champús sin sulfatos y tienes preguntas de qué cambios puede haber o si has usado algún champú sin sulfatos y no ha funcionado, sigue leyendo, te interesa lo que tengo que decir.


Guía champú sin sulfatos

Antes, usaba champús con sulfatos y a veces me picaba la cabeza. Empecé a interesarme por los champús sólidos para reducir residuos y probé algunos que usaban los sulfatos. En los champús sólidos con prácticos para generar espuma y, opinión personal, hace que sean casi tan fáciles de usar como un champú líquido (porque con tanta espuma es fácil distribuir el producto por el pelo). Estos champús sólidos hicieron que mi cuero cabelludo no pudiera más, se irritó mucho provocando bastantes picores y, al preguntar e investigar supe que, efectivamente, si tienes la piel sensible puede ocurrir.

Ya había oído gente dándole mala prensa a los sulfatos y me animé a probar de eliminarlos de mis champús. Desde que uso champús libres de ellos, no he vuelto a notar mi cuero cabelludo irritado por lavarme el pelo.

Debo reconocer que tienen una curva de aprendizaje, no es lo mismo que un champú con sulfatos a niveles prácticos. Para empezar: no hacen ni la mitad de espuma. Ya puedes frotar, que si no gastas una gran cantidad de producto no crearás muchísima espuma. Y ya me ha pasado de secarme el pelo después de la ducha y que estuviera sucio por pensar (erróneamente) que había aplicado el producto por todo el pelo.

Para mí, el principal truco que siempre digo a quién quiere pasarse a champús sin sulfatos es: mójate bien el pelo. Personalmente, me lo mojo primero seccionándolo por partes (tanto vertical como horizontalmente) y después con un buen masaje capilar para asegurarme que todo el pelo contiene agua.

Al aplicar el champú lo hago solamente en las raíces, en secciones y con el grifo parado. Me aseguro de dividir el pelo en la coronilla, detrás de las orejas, en el cogote... Esto ayuda a generar una espuma por toda la cabeza sin tener que gastar exceso de producto (cosa que pasaría si solamente lo aplicáramos en la parte superior de la cabeza y de ahí tuviéramos que esperar a que el producto llegara hasta el cuello). Y, al tener el grifo parado, impedimos perder la más mínima cantidad de producto por el desagüe.

Una vez está bien aplicado en secciones por toda la cabeza, vuelvo a dar un masaje capilar para ayudar a distribuir el producto y asegurarme de que toda la cabeza está cubierta.

Y ya está, me lo enjuago con normalidad.

En mi caso, lo lavo una segunda vez con menos secciones y ya necesito menos producto para cubrir toda la cabeza (porque el pelo está mucho más mojado que la primera vez y el producto se extiende mejor).

Desde que me he pasado a usar champú sin sulfatos mi pelo está mucho más suave (el primer día después de lavarlo no puedo dejar de pasar los dedos por el pelo) y ya no sufro esos picores e irritaciones que tenía antes.

Recientemente, he visto que han empezado a usar sulfatos que provienen del coco y se supone que son menos irritantes que los otros, aunque, personalmente, no los he probado y no puedo deciros cuán mejor son.

Si os interesa conocer mis opciones cruelty free y veganas, no os perdáis la entrada del próximo martes.


¿Qué opciones sin sulfatos habéis probado?

4 comentarios:

  1. Igual intento usar champús sin sulfatos, aunque aun tengo y uso alguno que los tiene y que no me van mal. Estaré atenta a tu entrada, también uso productos cruelty free y veganos. ¡Un beso!

    ResponderEliminar
  2. Bienvenida! Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
    Con esto de los sulfatos hay bastante debate, supongo que al final cada uno usa lo que cree que mejor le va o mejor le funciona, claro.
    Un abrazo,
    Judit.

    ResponderEliminar
  3. ¡Muy buen post! La verdad es que al principio sorprende cuando ves que el champú apenas hace espuma, pero todo es acostumbrarse. Luego es una maravilla como dejan el pelo.

    ResponderEliminar